lunes, 26 de mayo de 2014

Análisisy reflexión de película: El show de Truman.


Hace poco volví a ver una de mis películas favoritas, El Show de Truman. Esta muestra la forma de vida de un hombre, que vive “normalmente” a su entender, pero en realidad, se encuentra bajo la mirada de todo el planeta, ya que desde su nacimiento, se le utilizó como parte de un programa de televisión de emisión continua las 24 horas.



Este curioso personaje encarnado por Jim Carrey, se encuentra en un ámbito de vida totalmente controlado por un individuo externo, que maneja a su antojo todos los aspectos de su vida social, sometiéndole a diferentes relaciones sociales de una manera “normal” (considerada por el que lo controla todo). Además, este hombre, hace lo imposible por conseguir que Truman nunca descubra la verdad y no se de cuenta de que se encuentra en un mundo ficticio creado por él (el controlador) y tal y como él desea que sea.



En apariencia, este modo de concebir la vida, estando, sin darse cuenta, bajo la influencia de múltiples factores externos y aparentemente conocidos y controlados, sinceramente, no difiere mucho de la vida normal y corriente de nuestros días. Despertamos, interaccionamos con otros individuos, seguimos una rutina cultural en cuanto a hábitos alimenticios, de trabajo, estudio... Parece que ya empieza a asemejarse estas conductas más a las que asume Truman inconscientemente.



Claro que, aquí cualquiera podría decir: nosotros al menos tenemos la certeza de que no estamos viviendo la vida acorde a los pensamientos y voluntades de otro, sino que vivimos la vida a nuestra manera y experimentando las cosas de una forma más espontánea y no tan concreta. Pero estaría equivocado.



Día a día, al salir de casa, al vestirnos para salir a la calle, o simplemente, al comer, nos encontramos sometidos a algo mucho peor que el control de un único individuo. El control de toda la sociedad. La mirada atenta de todas esas personas que cuando algo en tu vida es “diferente” a su manera de actuar, pensar o concebir cualquier cosa, ya te consideran distinto y en ocasiones inferior a ellos. Porque comportarse acorde a los mandamientos de la sociedad, sinceramente, desde mi punto de vista, es mucho peor que la vida de Truman. Nosotros, por mucho que nos queramos dar cuenta y que escuchemos, leamos o estudiemos sobre esto, seguiremos con la creencia de que no nos encontramos bajo esa influencia social opresora de la “libertad” humana, y nos consideramos totalmente apartados de este influjo de hábitos, costumbres, creencias, cosas buenas, cosas malas... Pero solo con pedir una “Coca-Cola” en el bar, vestir de “Nike” o simplemente, hacer un comentario sexista, ya evidenciamos que con toda seguridad nos encontramos sometidos a la sociedad y a un sector de individuos que la componen que “comparten” nuestras mismas opiniones, gustos, aficiones, sin saber que no son más que producto de la influencia continua de todos estos.



En resumen, vivir la vida “a tu manera”(en la sociedad actual) o dentro de una cúpula gigante donde miles de cámaras te observan y un individuo te controla en cada momento, no son formas de vida tan diferentes.


2 comentarios:

  1. Muy buen post! Y la pregunta, como es Truman concretamente en tu mundo? como dices, no es facil vivr SOLO tu vida. pero mediante acciones cotidianas podemos ganar poder sobre nuestras vidas. y el primer paso es ser consciente, como le ocurre a truman. aunque sea doloroso.

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  2. Muy buena reflexión Antonio. En el fondo sigue siendo la contradicción inherente al ser humano. Queremos ser libres, pero en el fondo nos dejamos gobernar, más o menos inconscientemente. Quizás por algo de comodidad.

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