Me gustaría compartir con vosotros un vídeo en el que se representan, mediante dibujos animados, las diferentes actitudes de los alumnos en una práctica de Educación Física y como abordar y solucionar, desde la posición del profesor, los distintos problemas que se van planteando entre los niños y niñas que intervienen en la sesión. Además, vemos en reflejado en este, distintos valores educativos inculcados por la figura del profesor a medida que transcurre su conversación con los alumnos.
Movimiento educado
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo. Benjamin Franklin
lunes, 2 de junio de 2014
Estudiar: Gran tarea y dura a su vez.
La RAE define el verbo estudiar como:
- Ejercitar el entendimiento para alcanzar o comprender algo.
- Cursar en las universidades o centros docentes.
Pues bien. Como veis, la definición
nos define completamente. Y más en estas fechas de exámenes.
Estudiar, o más bien, ponerse a
estudiar es una tarea complicada muchas veces. La pereza, el
cansancio u otros factores, muchas veces, nos hacen desviarnos del
estudiar. Aunque, realmente, no es una actividad que, en mi opinión,
desagrade posteriormente, pero si que es previamente costosa, aunque
es una tarea que debería agradarnos, si no lo hace ya.
No siempre aprendemos conceptos útiles,
ni conocimientos aplicables perfectamente fuera del ámbito
universitario o en nuestra vida, pero al fin y al cabo, como dice el
refrán “El saber no ocupa lugar” y en mi opinión, estudiar es
algo positivo y provechoso de cara al futuro.
¿Por qué subo una entrada sobre
“estudiar?
En estos momentos en los que la presión
de los exámenes nos hace ponernos la pilas al máximo e intentar
aprovechar las máximas horas posibles para almacenar la información
necesaria en nuestras cabezas, es cuando nos damos cuenta de el
verdadero esfuerzo de requieren estas cosas y lo poco que se valora
ese duro trabajo de tantos y tantos estudiantes.
Por ello, me gustaría transmitiros
apoyo, ayuda si os es necesaria y mucho ánimo para afrontar esta
segunda época de exámenes de este curso con motivación. Pero
además me gustaría que todos pudiéramos cambiar el chip y ver de
otra manera este esfuerzo que estamos haciendo por crecer
intelectualmente. Verlo no como un sacrificio sino como un trabajo
provechoso y que seguro traerá un futuro dichoso.
Como dijo el escritor francés André Gide: “El secreto de mi felicidad está en no esforzarme por el
placer, sino en encontrar el placer en el esfuerzo”.
Autoevaluación y Autocalificación
Como siempre es difícil empezar a
escribir, y más si es para autoevaluarte, empezaré explicando mis
impresiones sobre la asignatura de Educación del Movimiento e
intentaré contestar de la mejor manera posible a las preguntas que
se plantean como medio facilitador de esta tarea de autoevaluación.
En el comienzo del segundo
cuatrimestre, observando las diferentes asignaturas que lo componían,
sinceramente, una asignatura llamada “Educación del movimiento”,
llama la atención, puesto que, parándote a pensar (antes de cursar
la asignatura), era difícil saber o intuir el funcionamiento y el
contexto de esta.
Poco a poco fuimos profundizando más
en la asignatura, y no voy a mentir: Cuando se nos explicó que
podíamos olvidarnos de la asignatura opcionalmente y presentarnos
solo a un examen, tuve la tentación de elegir ese camino. Pero al
final, valorándolo bien, me di cuenta que así no llegaría a
ningún lado, y lo que es peor, probablemente por no haber trabajado
las clases y haberme decantado por el “camino fácil”, no podría
llegar a superarla con éxito. Así que una vez decidido el rumbo a
seguir en esta, era el momento de inmiscuirse de lleno en las clases.
Tomar la decisión de elegir ese camino
me llevo a aprender sobre temas en los que jamás me había parado a
pensar o que nunca había escuchado. Empecé a interesarme más por
algunas de las ideas y conceptos que día a día íbamos viendo y
analizando en clase y a leer publicaciones varias sobre estos. A
debatir estos temas con otras personas de mi entorno, valorando los
diferentes puntos de vista de cada uno frente a los míos.
Todo este trabajo, más las
publicaciones en el blog, me han ayudado a enriquecerme, a aprender
sobre ámbitos que desconocía, a desenvolverme en áreas de trabajo
que jamás había utilizado, a mejorar mi escritura, mi opinión, mi
forma de transmitir mis ideas...
En definitiva, aunque mi trabajo en el
blog no haya sido el mejor ni el más notorio, si es cierto que
siempre he intentado hacer reflexionar a los demás con mis
publicaciones dejando preguntas al final de estas o reflexionando
sobre temas sociales desde un punto de vista personal y dando pié a
los demás a opinar sobre estos y contrastar nuestras opiniones. Así
que, considerando todo esto, mi autocalificación es un 6,5.
martes, 27 de mayo de 2014
Educativo y No Educativo: Características diferentes
Educativo:
No Educativo:
- Adquisición de capacidades físicas y sociales, por parte del alumno, que se le exige en el grupo en el cuál se desenvuelve.
- Justificar los métodos del currículum de enseñanza tanto en Educación Física como en otras materias.
- Realización de actividades con la intención de influir en el aprendizaje de las personas objeto de educación.
- Preocuparse por las respuestas emocionales, las relaciones personales y los comportamientos de grupo.
- Promover el conocimiento y la comprensión.
- Estimular un sentimiento por el juego limpio y por el respeto de las reglas.
- Educar con conocimientos intrínsecamente valiosos en y para la educación física.
- Dar un valor externo a los movimientos aportándoles estética, salud, moral...
- Considerar la práctica de la educación física como modo de adquisición de hábitos saludables.
No Educativo:
- Practicar actividades físicas sin tener ningún objetivo propuesto con ellas.
- Enseñar métodos, técnicas o conocimientos no tiene porque ser educativo.
- Dejar la práctica al libre albedrío sin intencionalidad alguna.
- Considerar que la práctica deportiva puede alcanzar metas positivas y no orientarlo hacia ellas.
- Cuando los contenidos o la metodología no son moralmente aceptables.
- No tener en cuenta el imperativo del respeto hacia las demás personas, haciéndoles daño a los participantes o planificando actividades con ese fin.
- Excluyente, poco equitativo, discriminatorio, sexista, explotador, cruel...
El perdedor y la derrota: ¿Como lo solucionarías tu?
El ganar o perder es uno de los roles
que se deben asumir en el deporte. Y más en el deporte competitivo.
No son roles asumidos durante el transcurso del partido o
competición. No. Todos estos sentimientos de victoria o derrota
vienen después. A los ganadores se les aclama con aplausos, palabras
de enhorabuena, felicitaciones, abrazos... Mientras que el perdedor
queda desplazado a un segundo plano.
Todo esto viene, a que, estas conductas
de celebración de la victoria y de rechazo de la derrota, incluso de
humillación hacia los perdedores, han creado esa característica
competitiva que tantas connotaciones negativas entraña: El mal
perder.
“Tras un recuento electoral, sólo
importa quién es el ganador. Todos los demás son
perdedores.”
(Winston Churchill).
(Winston Churchill).
Esta frase refleja claramente, aunque
se encuentre dentro del ámbito de la política, lo que vemos en el
deporte. Estas maneras de pensar y de actuar frente al ganar o
perder, son las que han provocado todo esto. Niños que se ensañan
con sus rivales en el terreno de juego simplemente porque han
perdido, y sienten impotencia, rabia, inferioridad... Eso es muy
triste. Y es muy triste porque, no solo existe el problema de ese
niño, sino que, además, detrás de ese niño habrá un pésimo
entrenador. Un entrenador que no sabe educar a sus deportistas. Un
entrenador que no ha sabido abordar ese problema y ponerle solución,
ni trabajar con sus deportistas para hacerles ver que de la derrota
se pueden sacar cosas productivas también.
¿Como solucionaríamos esto?
El trabajo y la constancia hacen llegar
a grandes metas. Pero factores inmediatos que se dan en ciertas
ocasiones pueden hacer que todo ese esfuerzo y dedicación parezca
que “no vale para nada”.
Me refiero al futbolista que, después
de duros entrenamientos, llega al terreno de juego y, por
circunstancias de ese momento, no se encuentra en sus mejores
facultades. Ese futbolista que al final del encuentro pierde y se
siente mal porque ese día su cuerpo no estaba al 100%. Y en lugar de
asumir la derrota y saber que eso no es más que un aprendizaje y una
experiencia más que le ayudará a mejorar en el futuro, se pone
hecho una furia, grita sin control a los demás e incluso se
encuentra insoportable durante días posteriores.
Este mal perdedor debería ser abordado
inmediatamente por su entrenador. Este debería saber que tiene que
actuar delicadamente frente a su equipo. Un tono de voz normal, sin
sobresaltos, explicando que, factores extrínsecos a ellos han
provocado esa derrota. Que no ha sido la mediocridad la que se ha
visto reflejada en el terreno de juego sino la lucha. No es más que
una derrota. Una experiencia de la cuál podemos extraer formas de
mejora y de incremento del nivel, todavía más. Analizar errores en
jugadas, en algunas técnicas, etc, todo ello con el fin último de
conseguir, mediante un trabajo constante de ayuda del entrenador,
erradicar esa conducta frente a la derrota.
A nadie le gusta perder, pero no
podemos permitir que nadie actúe así por una derrota.
lunes, 26 de mayo de 2014
Análisisy reflexión de película: El show de Truman.
Hace poco volví a ver una de mis
películas favoritas, El Show de Truman. Esta muestra la forma de
vida de un hombre, que vive “normalmente” a su entender,
pero en realidad, se encuentra bajo la mirada de todo el planeta, ya
que desde su nacimiento, se le utilizó como parte de un programa de
televisión de emisión continua las 24 horas.
Este curioso personaje encarnado por
Jim Carrey, se encuentra en un ámbito de vida totalmente controlado
por un individuo externo, que maneja a su antojo todos los aspectos
de su vida social, sometiéndole a diferentes relaciones sociales de
una manera “normal” (considerada por el que lo controla todo).
Además, este hombre, hace lo imposible por conseguir que Truman nunca
descubra la verdad y no se de cuenta de que se encuentra en un mundo
ficticio creado por él (el controlador) y tal y como él desea que
sea.
En apariencia, este modo de concebir la
vida, estando, sin darse cuenta, bajo la influencia de múltiples
factores externos y aparentemente conocidos y controlados,
sinceramente, no difiere mucho de la vida normal y corriente de
nuestros días. Despertamos, interaccionamos con otros individuos,
seguimos una rutina cultural en cuanto a hábitos alimenticios, de
trabajo, estudio... Parece que ya empieza a asemejarse estas
conductas más a las que asume Truman inconscientemente.
Claro que, aquí cualquiera podría
decir: nosotros al menos tenemos la certeza de que no estamos
viviendo la vida acorde a los pensamientos y voluntades de otro, sino
que vivimos la vida a nuestra manera y experimentando las cosas de
una forma más espontánea y no tan concreta. Pero estaría
equivocado.
Día a día, al salir de casa, al
vestirnos para salir a la calle, o simplemente, al comer, nos
encontramos sometidos a algo mucho peor que el control de un único
individuo. El control de toda la sociedad. La mirada atenta de todas
esas personas que cuando algo en tu vida es “diferente” a su
manera de actuar, pensar o concebir cualquier cosa, ya te consideran
distinto y en ocasiones inferior a ellos. Porque comportarse acorde a
los mandamientos de la sociedad, sinceramente, desde mi punto de
vista, es mucho peor que la vida de Truman. Nosotros, por mucho que
nos queramos dar cuenta y que escuchemos, leamos o estudiemos sobre
esto, seguiremos con la creencia de que no nos encontramos bajo esa
influencia social opresora de la “libertad” humana, y nos
consideramos totalmente apartados de este influjo de hábitos,
costumbres, creencias, cosas buenas, cosas malas... Pero solo con
pedir una “Coca-Cola” en el bar, vestir de “Nike” o
simplemente, hacer un comentario sexista, ya evidenciamos que con
toda seguridad nos encontramos sometidos a la sociedad y a un sector
de individuos que la componen que “comparten” nuestras mismas
opiniones, gustos, aficiones, sin saber que no son más que producto
de la influencia continua de todos estos.
En resumen, vivir la vida “a tu
manera”(en la sociedad actual) o dentro de una cúpula gigante
donde miles de cámaras te observan y un individuo te controla en
cada momento, no son formas de vida tan diferentes.
¿Qué es educar?
“Te
llamo «amiga» y bien puedes ser desde luego «amigo», pues a todos
y cada uno de los
maestros
me refiero...”
con estas palabras da comienzo el prólogo y plantea el tema
principal del libro "El valor de educar" el autor.
La
minusvaloración de los maestros, posicionado su oficio en
escalafones sociales inferiores por falsas creencias de enseñanza
básica necesaria (o tradicional) pero poco utilitaria, es la pieza
clave del rompecabezas. El problema surge en el momento que se
plantea la educación en la escuela como una mera educación impuesta
pero poco fructífera en cuanto a resolución de situaciones futuras
más complejas. Esto deriva en la creación de un concepto social de
inferioridad hacia este sector poblacional, que viene dado tanto
desde autoridades políticas como en los propios pensamientos y
comentarios de las gentes. La frase “pasar
más hambre que un maestro de escuela”
es un claro ejemplo de esta extendida idea social. Los de arriba son
los que han precipitado hacia ese caída a los maestros y estos
“dichos” son la evidencia de lo ocurrido, y uno de los problemas
que más afecta en este ámbito, el cuál, Fernando Savater apoya, y
sobre el cuál manifiesta su posición de que sin ellos, sin la
previa inculcación que realiza la escuela y sus maestros, no sería
posible llevar a cabo correctamente y con rigor las enseñanzas
superiores. La necesidad de una mayor aportación tanto de dar
importancia a este ámbito como una mayor inversión en este es la
conclusión a la que me gustaría llegar y dar como opción posible
para solucionar esto que ocurre.
Complementando con las ideas del segundo tema de este
libro, que aborda la problemática acerca de la educación 'clásica'
(transmisión oral, popular...) frente a la inculcación de
conocimientos y valores con visión de superación futura, un buen
argumento que ataca esta situación que viven los maestros es el de
que, las enseñanzas 'superiores' que se conciben como mejores y más
importantes, no tendrían ningún sentido sin la anterior inculcación
de valores y conocimientos tales como la lectura o la escritura y la
compresión y asimilación de conocimientos, tan necesarios para un
correcto desarrollo académico.
La experiencia, un valor, unos conocimientos que se
adquieren de esta, que no pueden ser transmitidos más que por los
que anteriormente tuvieron esas vivencias, es otro de los argumentos
que se vuelcan sobre esta problemática. El tiempo es un factor que
rige a la sociedad y la hace actuar acorde a este y plantearse
visiones de pasado, presente y futuro. El limitar la educación a la
adquirida por la influencia paterna o materna y al mero aprendizaje
de un oficio, único conocimiento previo del progenitor, o al
conocimiento transmitido oralmente es un error que no conduciría a
ningún tipo de evolución ni desarrollo orientado a mejorar el
futuro del ser humano tanto como ser como cabeza pensante. Y este
error se encuentra paliado por estos maestros, que transmiten esa
información y conocimiento general para ayudar a dicho desarrollo
humano, pero estos en lugar de ser mejor cuidados, son tratados con
desconsideración, tanto los que ejercen esta profesión como los que
se forman para ejercerla.
Podríamos definir todo esto con un sin fin de palabras
que quizás no expresaran suficientemente lo verdaderamente necesario
que es promulgar una actitud social que de mayor importancia a estos
educadores. Solucionar esto tomando medidas políticas que lleven a
la sociedad a cambiar su opinión sobre estos educadores a la que se
merecen, es una medida que debería ser abordada y planteada
seriamente.
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